Una bomba alimentada por energía solar es una bomba que funciona con electricidad generada por paneles fotovoltaicos en lugar de la electricidad de la red o las bombas de agua diesel. El funcionamiento de las bombas alimentadas por energía solar es más económico debido principalmente a los menores costos de operación y mantenimiento y tiene menos impacto ambiental que las bombas alimentadas por un motor de combustión interna o por grupo electrógeno. Las bombas solares son útiles cuando la electricidad de la red no está disponible y las fuentes alternativas (en particular, la eólica o con combustibles) no proporcionan suficiente caudal de agua.

Un sistema de bombeo con energía solar fotovoltaica tiene tres componentes:

  • Paneles Solares
  • Controlador o regulador
  • Bomba solar

Los paneles solares representan la mayor parte del costo de los sistemas. El tamaño del sistema fotovoltaico depende directamente del tamaño de la bomba, la cantidad de agua que se requiere (m³/d) y la irradiación solar disponible.

El propósito del controlador es doble. En primer lugar, controla la potencia de salida que recibe la bomba con la potencia de entrada disponible de los paneles solares.
En segundo lugar, un controlador generalmente proporciona una protección de bajo voltaje, por lo que el sistema se apaga, si el voltaje es demasiado bajo o demasiado alto para el rango de voltaje operativo de la bomba. Esto aumenta la vida útil de la bomba, lo que reduce la necesidad de mantenimiento.
Otras funciones auxiliares incluyen apagar automáticamente el sistema cuando el nivel de la fuente de agua es bajo o cuando el tanque de almacenamiento está lleno, regular la presión de salida del agua, mezclar la entrada de energía entre los paneles solares y una fuente de energía alternativa como la red o un grupo electrógeno. Ademas algunos controladores permiten el monitoreo y administración remota del sistema a través de un portal en línea ofrecido por el fabricante como un servicio en la nube.

El propósito del controlador es doble. En primer lugar, controla la potencia de salida que recibe la bomba con la potencia de entrada disponible de los paneles solares.
En segundo lugar, un controlador generalmente proporciona una protección de bajo voltaje, por lo que el sistema se apaga, si el voltaje es demasiado bajo o demasiado alto para el rango de voltaje operativo de la bomba. Esto aumenta la vida útil de la bomba, lo que reduce la necesidad de mantenimiento.
Otras funciones auxiliares incluyen apagar automáticamente el sistema cuando el nivel de la fuente de agua es bajo o cuando el tanque de almacenamiento está lleno, regular la presión de salida del agua, mezclar la entrada de energía entre los paneles solares y una fuente de energía alternativa como la red o un grupo electrógeno. Ademas algunos controladores permiten el monitoreo y administración remota del sistema a través de un portal en línea ofrecido por el fabricante como un servicio en la nube.

La bomba solar puede ser de dos tipos:

Bomba sumergible: por su gran capacidad de aspersión son especialmente indicada para bombear agua localizada a gran profundidad (puede llegar a más de 100m).

Bomba de superficie: es la más adecuada para bombear agua desde un tanque en la superficie. Es capaz de crear un gran caudal, de manera que puede distribuir agua en una gran superficie o elevar el agua en otro tanque.

esquema bombeo solar de agua.jpg 5

Las aplicaciones de estos sistemas de bombeo solar pueden ser en fuentes de jardines, paisajismo, agua potable para ganado u otros animales y proyectos de riego.

Las principales ventajas del bombeo solar son:

  • Las instalaciones de bombeo solar son muy rentables y no es necesario la conexión a la red eléctrica para que se ponga en funcionamiento.
  • No se necesitan combustible, ni tampoco el uso de baterías.
  • Con un gran tanque se garantiza la demanda de agua durante periodos de baja producción de energía solar (días nublados, noche, etc.) sin necesidad de recurrir a generadores o baterías.
  • Gran vida útil, puesto que los paneles solares con los que se cuenta, suelen tener una vida media de hasta 25 años.
  • Muy bajo mantenimiento a diferencia de los sistemas con grupo electrógenos o bombeo con motores de combustión interna.
  • Pueden trabajar en pozos de gran profundidad y en pozos con escaso poder de recuperación con una alta eficiencia.
  • El funcionamiento es totalmente automatizado y además se trata un sistema ecológico.