Los inversores cargadores configurados como backup se instalan para afrontar casos de cortes en el servicio de energía eléctrica o de mínima tensión en las baterías, siendo capaces de cambiar automáticamente, en el lapso de entre 0 y 20 milisegundos la fuente de energía, impidiendo la desconexión de los equipos a los cuales se encuentran vinculados.
Utilizados bajo esta modalidad se adaptan idealmente a sitios donde las cargas requieran un flujo constante. Sus interrupciones podrían ser perjudiciales y/o fatales para la integridad del sistema. Las mismas consecuencias sobrevendrían sobre áreas distantes o complejamente inaccesibles como, por ejemplo, antenas satelitales, estaciones meteorológicas o cámaras de seguridad.