El objetivo principal de las protecciones eléctricas para sistemas fotovoltaicos es evitar daños o deterioros producidos por cortocircuitos, sobretensiones y sobrecargas.
En líneas generales, en todo sistema eléctrico las protecciones son una parte fundamental que busca aislar posibles fallas para evitar la posibilidad de un incendio, perturbaciones a la red, minimizar el daño de los propios aparatos y equipos adyacentes y proteger tanto al usuario como al personal que realice la instalación y futuros mantenimientos.
En Argentina, la reglamentación que regula las protecciones eléctricas de un sistema conectado a la red es la AEA 90364-7-712 enunciada en 2016 por la Asociacion Electrotecnica Argentina (AEA)